viernes, 18 de noviembre de 2016

Candidato, un Profano que llama a la puerta del Templo

     La Masonería ofrece al Profano, la Libertad iniciática, aquella que se alcanza buscando la Verdad, cultivando la Virtud, liberándose de las debilidades humanas y tendencias negativas del hombre; construyendo buenos  actos y elevados pensamientos con la ayuda del simbolismo de la Regla y la Plomada, en el Sendero del deber y progreso interior que nos atrae hacia el Oriente, fuente tradicional de Luz en todas sus manifestaciones. Es principio y fin de la Hermandad, unir a los hombres, por diferentes que sean, piensen y obren, siempre que sean virtuosos. Las preguntas a un profano y  sus respuestas, antes de ser candidato: cree en un Ser Supremo?, Esta de acuerdo con la pena de muerte?, que opinión le merece la xenofobia?,   buscan a un hombre de libre pensamiento y de buenas costumbres,  indicio de la escala de valores que debe tener  el futuro iniciado, para que encaje tras su trabajo personal, en la construcción armónica del templo espiritual de la superación interior y sabiduría.
XXIX.- Solo se aceptan nuevos miembros por unanimidad de votos de los hermanos.

XXX.- El Candidato debe tener “capacidad” para comprender y practicar las Enseñanzas de la Institución y no tener defecto físico, que le imposibilite tomar parte en las ceremonias. Hará su petición libre y espontáneamente con su firma; no puede ser admitido sino después de la averiguación sobre su conducta y antecedentes, pasando por el acto de la Iniciación.

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